Desafíos de la terapia de grupo online

Terapia de grupo online
Foto de Segey Zolkin

Durante los meses de confinamiento provocados por la pandemia muchos de los grupos terapéuticos dieron continuidad a su funcionamiento de manera online. Debemos definir que entendemos por terapia de grupo online. Tradicionalmente, los grupos terapéuticos por medios telemáticos se han dividido en dos categorías: grupos sincrónicos, en los que todos los participantes se encuentran online de manera simultánea, y grupos asincrónicos, en los que los miembros se conectan en diferentes momentos. Esta segunda categoría se asemeja más a un foro que o a un grupo de WhatsApp; no compone nada parecido a lo que entendemos por terapia de grupo. Los siguientes párrafos se refieren a los grupos de terapia online sincrónicos, en los que objetivos y dinámica de trabajo se asemejan a los grupos de terapia presencial.

Los beneficios de la terapia de grupo están bien documentados. El grupo compone una fuente de apoyo y fortaleza. Cada participante recibe del grupo una retroalimentación que lo ayuda a tomar consciencia de algunos de sus patrones de pensamiento, emoción o comportamiento no adaptativos y a obtener respuestas más constructivas y efectivas en su proceso de cambio.

La eficacia de la terapia online individual está avalada por numerosos estudios. La investigación en la última década ha encontrado una eficacia similar en procesos psicoterapéuticos presenciales y telemáticos. Sin embargo, la terapia en grupo online todavía no presenta un grado de desarrollo suficiente para evaluar su eficacia en contraposición a la presencial. A diferencia de la terapia online individual, la implantación tras la pandemia ha sido mínima en España (Villoria López y col., 2022).

Al igual que en la terapia individual online, existen una serie de ventajas y desventajas. Los grupos de terapia en línea presentan desafíos específicos. Algunos de estos obstáculos pueden superarse y compensarse. Otros, no tanto.

El entorno físico y las pantallas

En la terapia de grupo presencial, el entorno es importante para generar un espacio adecuado y seguro. Generalmente se busca una sala que ofrezca una distancia interpersonal adecuada, utilización de sillas o butacas homogéneas que otorguen un estatus similar a los miembros del grupo y una configuración circular que facilite la comunicación multidireccional. 

En la terapia online, el paciente debe contar con un espacio adecuado. Pasamos del círculo físico a una cuadricula en una pantalla. El psicoterapeuta no controla el escenario y las condiciones de cada miembro varían. La mayoría de las participantes conviven con otros, y no siempre es posible disponer de un espacio que permita la privacidad necesaria.

En la preparación de los grupos puede ser una buena idea distribuir instrucciones escritas en la que se haga hincapié en la necesidad de preparar una habitación tranquila y con privacidad, y prevenir cualquier interrupción, como puede ser la aparición de convivientes, llamadas o mensajes de texto.

Comunicación y distancia física

El grupo está orientado a generar un espacio seguro en el que el paciente comparta su problemática, experiencia, dudas, motivaciones o miedos. El psicólogo/a guía el proceso procurando un análisis compartido y la búsqueda de soluciones, La comunicación es clave, y el lenguaje no verbal de los interlocutores es crucial en el proceso. En el grupo online, a pesar de que compartimos imagen y sonido, es cierto que algunos matices pueden diluirse. Comunicación, alianza terapéutica y cohesión del grupo pueden verse afectadas, especialmente en aquellos casos en los que los pacientes no están familiarizados con el uso de esta tecnología.

La terapia de grupo online puede ser percibida como más fría e impersonal y todavía muchos y muchas presentan sus resistencias. Es algo que afecta a ambas partes, tanto al psicoterapeuta como al usuario. A pesar de las sensaciones iniciales, suele ser algo a lo que nos acostumbramos con facilidad. Sin embargo, algunos pacientes prefieren la cercanía física de la terapia presencial.

Sin embargo, algunos estudios informan que la terapia de grupo online podría facilitar el proceso en algunos casos. Algunas personas con ansiedad social y/o con un rasgo evitativo se sienten más protegidos en su propio entorno y se abren con mayor facilidad ante la pantalla. Sin embargo, es necesaria un mayor volumen de investigación para probar estas observaciones (Weinberg, 2020). 

Tecnología

El tipo dispositivo es clave y el tamaño sí importa. La pantalla del ordenador permite ver a un buen número de participantes mientras que, en el caso del teléfono móvil, tan sólo al que habla. Un estudio reciente con terapia de grupo dirigida a pacientes con problemas de adicción al juego señala esta circunstancia es la más advertida por los propios pacientes como mayor dificultad, limitando seriamente la dinámica de las reuniones (Villoria López y col., 2022). Por otra parte, el hecho de que los miembros del grupo puedan ver sus propios rostros puede ser un distractor.

Participación y distracciones

Como señalan párrafos previos, las pantallas distan mucho del espacio físico compartido. Dado que cada miembro tiene su propio entorno, se pueden producir muchas distracciones o interrupciones. La presencia e implicación de los miembros puede ser heterogénea y el psicoterapeuta puede tener dificultades para generar una dinámica adecuada. Al igual que en la terapia online individual, la alianza terapéutica puede desarrollarse igualmente. Sin embargo, la cohesión del grupo se desarrolla con mayor lentitud.

Una medida conveniente podría ser limitar la duración y el número de participantes. Mientras que, en la terapia de grupo en modo presencial, la duración se suele situar sobre los 80-90 minutos y el número de participantes se aproxima a 8-10, en la terapia online, podría ser adecuado reducir la duración a 50-60 minutos y no superar los 6 participantes.

Privacidad y confidencialidad

La confianza compone un aspecto crucial en todo proceso psicoterapéutico. En la terapia de grupo online, la privacidad y confidencialidad puede ponerse en entredicho. El psicoterapeuta no debe asumir que los miembros del grupo conocen y respetan estas cuestiones. Al igual que en la terapia online individual, debe hacerse hincapié en la necesidad de contar con un espacio adecuado.  El terapeuta de grupo debe instruir a los miembros del grupo sobre cómo crear su propio entorno de contención y prepararlos antes de que comience el grupo.

Por todo ello, pese a sus limitaciones, de la terapia de grupo online siempre que se dé dentro de unos parámetros de calidad podría ser una posibilidad terapéutica con mucho valor, especialmente como alternativa a la presencial cuando existe distancia geográfica, dificultades de desplazamiento o escasa disponibilidad. 

David Martín Escudero

Villoria López, C., Díaz Aguilar, E. y Molina-Peral, J. A. (2022). La terapia de grupo online en el juego patológico: una modalidad desconocida descubierta en tiempos de pandemia. Revista Española de Drogodependencias, 47(2), 14-24. https://doi.org/10.54108/10015

Weinberg, H. (2020). Online group psychotherapy: Challenges and possibilities during COVID-19—A practice review. Group Dynamics: Theory, Research, and Practice, 24(3), 201–211. https://doi.org/10.1037/gdn0000140

Weinberg H. (2021). Obstacles, Challenges, and Benefits of Online Group Psychotherapy. American journal of psychotherapy74(2), 83–88. https://doi.org/10.1176/appi.psychotherapy.20200034

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