Resistencias viejunas al psicólogo online

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Foto de Bruno Emmanuel

Cada vez son más los que acuden a un psicólogo /a online para solucionar o mejorar comportamientos, pensamientos o estados emocionales que afectan de manera negativa a nuestro bienestar. Hasta hace no mucho, la terapia por medios telemáticos era la opción de aquellos cuyas demandas laborales o académicas exigían movilidad geográfica. Era una opción propia de personal expatriado, ya que permitía encontrar un psicólogo especializado y de la misma nacionalidad que el usuario. Sin embargo, la pandemia del covid19 y el cambio de hábitos consecuente ha provocado que un número creciente de personas opte por este tipo de atención.

Hemos normalizado interactuar con amigos, familiares y compañeros de trabajo a través de una pantalla. La terapia online ofrece una serie de ventajas. Sí, sin duda es cómodo permanecer en casa y evitar tráfico, lluvia o calor. Sin embargo, todavía muchos se muestran reacios al uso de medios telemáticos y prefieren la terapia presencial.  A continuación, comento algunas de las creencias que sustentan las resistencias al tratamiento online.

“La relación con el psicólogo /a online es distante y sin sensación de cercanía”

Algunos se aproximan a las pantallas con desconfianza y cierto pudor. Es cierto que el primer momento puede resultar extraño; también lo es que podemos sentir algo parecido cuando acudimos a un despacho de psicología por primera vez. Al fin y al cabo, una consulta compone un entorno desconocido. En tiempos de pandemia, nos hemos habituado a charlar con amigos y familiares a través de una pantalla. Poco a poco hemos ido naturalizando mantener una reunión de trabajo o tomar el aperitivo en la distancia. De acuerdo a nuestra experiencia en la terapia online, las sesiones a través de videoconferencia pueden constituir de manera progresiva un espacio adecuado en el que se geste una relación de cercanía, confianza y privacidad.

“Un psicólogo online es menos eficaz que uno presencial”

La efectividad de la psicoterapia online está avalada por numerosos estudios. Los principales metaanálisis y revisiones de investigación en la última década han encontrado una eficacia similar en procesos psicoterapéuticos presenciales y telemáticos. El índice de recuperación, la viabilidad de los resultados tras la finalización e incluso la satisfacción con la psicoterapia online son equivalentes al tratamiento convencional cara a cara.

Un aspecto favorable de la terapia online que impacta en la eficacia del proceso se relaciona con un mayor acceso a psicoterapeutas especializados en la problemática que nos afecta. La terapia online ofrece un rango mayor de psicoterapeutas, y las probabilidades de dar con el profesional adecuado se multiplican.  

Por tanto, la terapia online está mostrando una eficacia similar a la terapia presencial en muchos supuestos. Sin embargo, no es adecuada para todos los casos. Existen una serie de limitaciones; debemos procurar atención presencial cuando existe riesgo clínico ante la ideación suicida, comportamiento autolesivo y/o patología mental grave.

“La comunicación es peor en la terapia online”

En todo proceso psicoterapéutico, el paciente describe su problemática, comparte sus dudas, sus motivaciones, sus miedos. El psicólogo /a guía el análisis del discurso y orienta la búsqueda de soluciones, La comunicación es clave, y el lenguaje no verbal de ambos interlocutores es crucial en el proceso. A pesar de que compartimos imagen y sonido, es cierto que algunos matices pueden diluirse. Comunicación y alianza terapéutica pueden verse afectadas, especialmente en aquellos casos en los que el paciente bien no está familiarizado con el uso de esta tecnología.

Por tanto, los dispositivos utilizados, la calidad de la conexión y el espacio deben ser adecuados. Sin duda, el dominio del psicólogo y paciente de los medios telemáticos contribuirá a mejorar la calidad de la comunicación. El espacio ya no es responsabilidad exclusiva del gabinete, tanto psicoterapeuta como paciente deben contar con un lugar apropiado que permita la comodidad y privacidad necesarias.

“¿Realmente hay privacidad?”

La confianza compone un aspecto crucial en todo proceso psicoterapéutico.  A priori, la privacidad no varía en la modalidad online o presencial. El psicólogo debe garantizar que todo aquello que se trate en terapia mantenga un carácter estrictamente confidencial. En realidad, las conversaciones que se mantienen en plataformas P2P como Skype o Zoom no se almacenan y garantizan unas condiciones de privacidad adecuadas.  

Una ventaja de la psicoterapia online, especialmente en poblaciones pequeñas y medianas, es que el usuario/a se olvida del temor a ser visto entrando en la consulta, a toparse conocidos/as en la sala de espera o encontrarse tomando unos vinos con el psicólogo. Son aspectos que no deben ser relevantes, sin embargo, la terapia online evita estas preocupaciones.

David Martín Escudero

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