Celos patológicos
Los celos componen una experiencia casi universal. Son la expresión afectiva del temor a ser abandonados por el otro. Es importante hacer una distinción entre la expresión común de miedos e inseguridades y los celos patológicos o celotipia. Se convierten en un problema cuando adquieren un patrón obsesivo, o un carácter excesivamente intenso y frecuente e interfieren en nuestra cotidianidad y la de nuestra pareja. En el caso de la celotipia, la preocupación provoca un malestar intenso y recurrente que impacta en la relación, provocando conflictos o incluso la ruptura.
La persona celosa acostumbra a escudarse en una experiencia previa de traición o infidelidad para justificar su miedo. No siempre en primera persona, a menudo refieren a alguien cercano quien sufrió el engaño. No ayuda que el contexto cultural en ocasiones atribuye a estos sentimientos un cáliz de normalidad, incluso justificándolos como una expresión natural del amor.
A menudo, la persona celosa es consciente de que su temor es excesivo y problemático y no siempre se traduce en conductas agresivas o de control. Incluso cuando los impulsos son contenidos, la preocupación excesiva acaba impactando, provocando estados anímicos decaídos y ansiedad.
En algunas ocasiones, los celos no sólo son una proyección ante la ausencia del otro en el presente; también aparecen en forma de anticipación en el futuro e incluso como sensación de amenaza por la experiencia pasada. En estos casos, la persona celosa se siente insegura con parejas anteriores o experiencias pasadas.
La celotipia puede manifestarse en personas sanas y adaptadas socialmente. Sin embargo, también aparece como factor coadyuvante de trastornos de personalidad, trastornos obsesivos, o como signo de dependencia emocional.
Síntomas de celotipia
No existe un patrón o conjunto de rasgos de personalidad que defina a la persona celosa. Si encontramos algunos lugares comunes, como son la inseguridad, la necesidad de control o la demanda rígida de exclusividad. Estos se traducen en los siguientes signos:
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- Inseguridad afectiva y miedo intenso y recurrente al abandono o el engaño.
- Pensamientos intrusivos relativos a la infidelidad, ya se afectiva o sexual, del otro.
- Patrón obsesivo de ideación sobre la infidelidad, qué en algunos casos conforma tramas muy alejadas de la realidad.
- Conductas recurrentes de control y/o comprobación de la fidelidad, ya sea revisar objetos personales, móvil o correo electrónico.
- Exigencia de exclusividad excesiva, sin respetar espacios individuales, sintiéndose amenazado/a incluso por amigos/as, familiares o compañeros/as de trabajo.
¿Cómo orientamos el tratamiento para superar los celos patológicos?
El tratamiento comienza con la valoración de las circunstancias individuales y el origen de la celotipia. En ocasiones, encontramos problemáticas relacionadas que deben ser atendidas. Ya sea un estado anímico decaído, ansioso, inseguridad y problemas de autoestima, estrés postraumático, dependencia emocional, etc.
El proceso para tratar la celotipia debe contemplar un carácter integral. El miedo al abandono cuando es persistente acostumbra a estar enraizado en vivencias tempranas y se manifiesta con consistencia en la historia relacional de la persona.
La terapia debe atender diferentes aspectos, aumentando la seguridad afectiva y autoestima. Explorando, analizando y gestionando pensamientos irracionales sobre la infidelidad, conductas de control y conflictos en la relación actual.